Somos una compañía de teatro nacida en 2007 que tiene como objeto agrupar a todos aquellos artistas del arte dramático y cualquier disciplina artística, para satisfacer un espacio esencial en la vida cultural así como promover el trabajo colectivo de artistas de diferentes disciplinas en un ambiente de libertad de creación y expresión.

Tercer Festival Internacional A Escenabierta: Venenos Sagrados

Hay danzas sin sentido y teatros con poca forma

Me es imperioso apuntar algo que con una danza me hizo entender ayer. y es que al leer una frase de Kazuo Ohno me viene a dar la conclusión de algo que venia rondando en mi cabeza.

"Tu danza no tiene valor alguno a menos que logres la atención del espectador en un nivel espiritual." (Kazuo Ohno)
Y es que es peligroso, seductor y atrayente caer en la magnificación del cuerpo sólo en el sentido de lo bello, lo increíble, lo impresionante. El teatro no solamente busca llenar de imágenes decorativas e impresionantes. He escuchado muchos vectores de hacia dónde va el quehacer teatral personal. Unos avocan a la innovación teatral, otros a la muestra de una técnica finísimamente depurada, algunos más en la fractura total de las convenciones sociales y corporales.
Todos estos vectores bien podrían caer en estadios banales y secos por sí mismos cuando no se profundiza en la naturalidad de dichos movimientos. Grotowsky buscaba una originalidad del espectáculo teatral y lo encontró en el rito.
Pero... ¿Que es el Rito?
No lo se.

Sin embargo hablaré de él como si lo conociera aunque no sea cierto. Así como creemos conocer a nuestros amigos y los describimos como si fueran nuestros, de esa manera hablaré del rito.

El rito parece encontrar una naturaleza que no es definible porque se encuentra en constante cambio. Nuestro mundo vive rodeado de ritualización en cada instante, como cada instante es distinto, no es posible definirlo. Hasta la situación más cotidiana e inmunda como el orinar o defecar se encuentra ritualizada. El rito es la simbolización de nuestros actos, el trasponerlos a una imagen y dándoles una significación más importante de lo que podría parecer. 

Es ahí donde el espíritu tiene su morada: en cada rito cotidiano de nuestros días, en el acontecer que se le guarda el respeto obsesivo por hacerlo. El espíritu es la convivencia de nuestro cuerpo y sus necesidades con nuestro razonamiento e inteligencia. El mundo no está separado y no es un problema filosófico si comprendemos al espíritu como puente invisible e interminable de estas dos esferas de nuestra cosmovisión. El espíritu no se siente con el cuerpo, ni se entiende en nuestros instintos, tampoco se conceptualiza y se razona. El espíritu se vive en el transcurrir del movimiento, es lo que da alimento a la gran tragedia humana que nos recuerda que no somos ni animales ni dioses. La ritualización del mundo es lo que nos conecta con lo que hacemos, lo que nos mantiene libres de cualquier cárcel metodológica o del caos sin sentido.
La imagen teatral no se siente
Por eso no le basta con sólo romper convenciones o mostrar la técnica amaestrada

Tampoco se piensa
Por eso no le basta con innovar sólo porque así la historia del teatro lo defina.
La imagen teatral se vive con el lenguaje del espíritu, que es el rito de mis pasiones animales redefinidas en una imagen diferente. Es por eso que puedo ver al mejor robot bailarín (use hipotéticamente a un robot Nureyev) que ha dominado las técnicas dancísticas sin su espíritu y rechazarlo. así como puedo rechazar al caos puro de un bailarín iniciado con toda su pasión volcada, pero sin poder traspolar sus imágenes a su cuerpo.
El espíritu se comunica y se relaciona con todo lo que le rodea. Pero en esta contemporaneidad es difícil escucharlo. Ahora nuestro espíritu se entiende más con máquinas, con redes invisibles, incluso con plantas o animales antes que con nosotros mismos. Esto debido a que hemos dejado de usar el lenguaje que entre espíritus humanos es usado. Ahora nos sujetamos a no hablar y a no intentarlo con otras personas porque nos hemos dejado de entender y tenemos más cosas no humanas con quien creemos entendernos, pero no son más que un banal reflejo de lo que queremos ver. 

El teatro busca diálogo a un nivel antiguo, la conversación humana, que provoca un conocimiento y una redefinición de lo real que suele ser más imperioso que el de la propia literatura porque es el lenguaje básico del espíritu.

El enriquecimiento del lenguaje del espíritu solo puede darse con prácticas religiosas y ritualizantes.

En el acontecer diario tu espíritu me llamara y podré ver lo hermoso que eres...


1 comentario:

  1. Si el rito es aquello que significa lo que hacemos ¿cuál es la diferencia con el teatro? ¿no crees que al colocar al rito a una cotidianidad que se hace inconsciente en su mayoría, resta el significado e importancia a esto magnifico que es el rito, y en este caso, el rito en el teatro? ¿o es acaso que el rito y la espiritualidad encerradas en nuestro inconsciente pero no por ello no expresadas al exterior, encuentran en el teatro su manera de ser conscientes?...

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