Empezamos a montar "La casa de Bernarda Alba" el año pasado con el fin de celebrar nuestro quinto aniversario que se celebraría en Agosto; tuvimos varias opciones de quién podría ser Bernarda (que Rita, que Marleen, que Andrea), varias formas de hacer a María Josefa (que un títere, que una persona, que un títere, que una persona...), hicimos algunas lecturas intencionadas para ver quién haría qué hija.
Luego un poco de adaptación de texto, el problema de memorizarlo y por fin, empezar el trazo.
Dentro de ese proceso de inicio: análisis de la obra, luego creación de personaje, hallarle una corporalidad.
Nos tardamos en trazar un mes por acto, para finales de Julio ya estábamos corriendo la obra, con sus altibajos pero al fin corriéndola. Los músicos nos llegaron un poco tarde, pero nos acoplamos bien.
De nuevo volvimos a conformar esa masa compacta, todos éramos esenciales, si alguien llegaba a faltar a un ensayo obviamente todo se caía.
Bernarda por fin fue estrenada el 28 de Agosto, todo el cansancio y hastío se transformó en nerviosismo. Tuvimos una breve temporada de tres funciones, luego presentación en el CERESO de la capital y en la Casa de Jubilados de la UG.
Hay quien dice que no hay nada más guanajuatense que La casa de Bernarda Alba, y sí. Lorca tiene algo extraño que puede acoplarse al tiempo y al lugar que sea. Lo supimos no en el Teatro Principal, sino con los internos del CERESO, el público más sincero que esa obra pudo tener pues ¿quién mejor que ellos sabe del encierro?
Octubre 2012
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